La más reciente normativa de compras públicas decidió eliminar las restricciones a los tipos de garantías existentes, no sólo de seriedad sino que también la de fiel cumplimiento. Con esto, las instituciones compradoras están obligadas a aceptar, indiferentemente, cualquier tipo de instrumento que asegure el pago de la garantía de manera ágil y efectiva. Allí es cuándo sobresalen los vale vista, las boletas de garantía y, por sobre todos, los certificados de fianza, que son los más recomendados por expertos en el rubro. Por lo mismo nace la pregunta; ¿debo presentar todos estos documentos, o solo uno? ¿Cuántas boletas de garantía se presentan en una licitación pública? ¿Es mejor la boleta de garantía o el certificado de fianza?.
¿Cómo participar de una licitación pública?
Si quieres venderle al Estado y sus respectivos organismos, primero debes inscribirte en el sitio Mercado Público. Llenas el formulario con la información de la empresa, contacto y dirección, además de crear una contraseña para ingresar al mismo sitio de manera recurrente. También se recomienda contar con iniciación de actividades de primera y segunda categoría. (Ver Servicio de Impuestos Internos). Luego, cuando los datos ya estén validados, podrás realizar tu primera oferta a una licitación. Antes, eso sí, debes revisar con detención las bases y requisitos de la licitación en que deseas participar. Puedes hacer más simple la búsqueda de licitaciones ingresando el ID de la licitación en el caso de que la conozcas.
Si ya “ofertaste” después es necesario hacer clic en “Ingresar una nueva Oferta” para continuar con los pasos que propone el sistema y sus condiciones específicas. Las licitaciones tienen un plazo definido (impostergable), así que eso debes considerarlo siempre. Pero, ¿y dónde entran los instrumentos de garantía? Están en cada licitación, son parte de la legalidad y el protocolo de esta plataforma, que por lo mismo asegura que sea creíble y segura en un cien por ciento.
¿Cuántas boletas de garantía se presentan en una licitación pública?
Primero que todo, debemos tener en claro que tipos de garantías existen en el mercado. Está el Vale vista, la Póliza de garantía a primer requerimiento y a la vista (sólo garantiza montos en UF), la Póliza de garantía electrónica a primer requerimiento y a la vista (sólo garantiza montos en UF), la boleta de garantía y el certificado de fianza. Para licitar sólo necesitas presentar uno de estos instrumentos.
La boleta de garantía se alzó en su minuto como la más conocida. Su popularidad la ganó gracias a los bancos, que son las instituciones financieras que las emiten. Pero conforme fueron pasando los años, el liderato lo comenzó a ganar el certificado de fianza, y por varias bondades que no tienen las primeras. Son menos burocráticas, más económicas, más ágiles y efectivas. Además están validadas y recomendadas por expertos en el rubro.
Las boletas de garantía son emanadas exclusivamente por los bancos, instituciones que te suelen amarrar con otros productos como créditos y seguros. Cuando la obtienes, es en forma de vale vista dirigido al licitador y debes depositar un monto en dinero, usualmente acorde a un porcentaje por determinar en las bases de la licitación. En caso de no tener liquide existe la posibilidad de sacar un crédito bancario, lo que tampoco es una gran idea por sus respectivas tasas y comisiones.
¿Cuáles son las ventajas del certificado de fianza?
Tiene costos más bajos a una boleta de garantía, no se informa como deuda, pues no se expone en el sistema financiero, no inmoviliza capital de trabajo (aspecto muy importante para cualquier emprendedor). Además, ahorras tiempo, ya que se puede solicitar por internet.
En nuestro sitio Garantía Mercado Público puedes realizar la gestión online. Una vez que envías la solicitud junto a la documentación, se emitirá el certificado (pagadero a la vista e irrevocable). Si se produjera un incumplimiento del contrato garantizado con este instrumento, éste será pagado siempre a su sola presentación, no procediendo oposición ni recurso alguno que exima a las Instituciones de Garantías Recíprocas de su pago.
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