Aunque la Real Academia Española define el término Garantía como "algo simbólico o concreto que protege y asegura una determinada cosa", cuando hablamos de tipos de garantía para licitaciones públicas, éstas tienen poco de simbólico y mucho de concreto.
Esto, porque aunque las buenas intenciones y acuerdos de caballeros son siempre apreciados en el complejo "tejemaneje" de los acuerdos comerciales, nadie puede asegurar que no sean más que "buenas intenciones". Y en ese caso, alguna de las partes podría quedar algo desprotegida en un negocio.
En ese contexto, las garantías para licitaciones públicas son instrumentos que buscan asegurar la seriedad de las ofertas presentadas y el cumplimiento del contrato definitivo entre las partes, según lo que se establezca en las bases de la licitación. Y ojo, que esto no es por un capricho: el artículo 11 del la Ley de Bases Sobre Contratos Administrativos de Suministro y Prestación de Servicios, o "Ley de Compras" para los amigos, establece la existencia de estas garantías que buscan asegurar el pago de las obligaciones laborales y sociales con los trabajadores de los contratantes, entre otras cosas. Si tiene tiempo, ganas y espíritu de acero, puede revisar la ley completa en el siguiente link.
Dada la amplitud de obligaciones detrás de una licitación de este tipo, existen garantías para licitaciones públicas que buscan cubrir distintos aspectos del acuerdo. Y si bien existen unos cinco tipos de garantías, en esta ocasión explicaremos las dos principales: garantía de la seriedad de la oferta y garantía por el fiel cumplimiento y/o correcta ejecución de los servicios contratados.
Garantía de Seriedad de la Oferta
como lo dice su nombre, garantiza que la oferta sea seria, aunque si prefiere una definición más técnica, es un instrumento mercantil cuyo fin es asegurar el mantenimiento de la oferta durante el plazo que se estipula en la ley. Obligatoria cuando la licitación supera las 2.000 UTM, en montos menores depende de cada institución en particular.
Esta garantía debe ser presentada cuando se lleva a cabo la licitación y debe incluir el monto de las garantías que la entidad licitante exija a los oferentes. Y si bien no existe obligación en cuanto a qué valor debe asignarse, algunos sugieren que este no supere el 5% del monto estimado del contrato. ¿Por qué? Porque si es mucho más, se genera desincentivo, y la idea es que todos hagan negocios, ¿no? Además, es pagadera a la vista y es irrevocable.
¿Algo más? Considerando que es una de las garantías para licitaciones públicas básicas, los términos de la garantía de seriedad deben estar especificados en la licitación, incluyendo el monto, la moneda y el tipo de documento que, valga la redundancia, garantizará el pago de la garantía de la seriedad. Con respecto al plazo de la vigencia, este debe considerar el tiempo estimado de la evaluación de las ofertas y los resultados, además de los plazos para la adjudicación y firma del contrato definitivo.
¿Cómo la obtengo? Pues en garantiamercadopublico.cl, sólo con el RUT de la empresa y el código de la licitación.
Garantía de Fiel Cumplimiento
Por su parte, la garantía de fiel cumplimiento de contrato busca asegurar por parte del proveedor adjudicado que cumpla con los compromisos que están estipulados en el contrato. Esa definición, aunque simple y directa, tiene varias aristas complejas. Y si bien no es obligatoria en licitaciones menores a 1.000 UTM, para permitir un mayor número de participación, si es obligatoria en montos superiores a eso, o en servicios licitados calificados como de alto riesgo.
Por esto último, el monto de la garantía puede variar entre 5% y 30%, valor que puede fijarse considerando el monto del contrato y el riesgo del mismo, a través de un monto fijo, un monto estimado del contrato y riesgo, o uno variable según un porcentaje del monto del contrato.
Por último, esta garantía para licitaciones pública se presenta una vez adjudicada la licitación. Antes, no tiene mucho sentido, pues no es necesario asegurar el cumplimiento de un contrato que no se ha adjudicado, ¿cierto?
Ahora, una cosa es presentar la garantía que, como dijimos, es una especie de promesa entre dos partes. Pero como cualquier acuerdo de este tipo, debe existir un documento que respalde esa promesa. Y como nadie tiene una cuenta bancaria sin fin (porque estamos hablando de dinero) acá entran los instrumentos de cumplimiento de dichas garantías, y que son, en resumen, un respaldo de que el licitador efectivamente tiene la espalda financiera.
Acá entran las boletas de garantía, certificados de fianza y las pólizas de garantías. Y si bien las boletas y pólizas son documentos conocidos por casi todos quienes se mueven en este ambiente, distinto es el caso de los certificados de fianza.
¿Qué son? A diferencia de las boletas, emitidas por instituciones bancarias, y las pólizas, que las emiten las compañías de seguro generales, los certificados de fianzas son emitidos por las llamadas instituciones de garantía recíproca como MásAval S.A.G.R. Entidad que emite los documentos para Garantía Mercado Público, y su fin principal es facilitar el proceso de licitación a proveedores de menor tamaño, pues a diferencia del resto, garantiza a las pymes los créditos que obtengan con instituciones financieras, y los acuerdos con entidades estatales o privadas, con mayor flexibilidad, tasas más bajas y plazos más convenientes.
Como dijo en su momento Felipe Goya, director de ChileCompra, estos instrumentos “permitirán dar mayores oportunidades a las empresas de menor tamaño pues no inmovilizan fondos”, lo que les permite disponer de recursos para invertir en capital de trabajo u otras licitaciones. O sea, también garantiza la seriedad de la oferta pero con menores exigencias que la boleta de garantía bancaria.
¿Otras características del certificado de fianza? No nominativo ni negociable, pues por ley deben ser aceptados por los licitantes. Puede ser extendido a plazo o a la vista y es irrevocable. Con esto cumple los requisitos de la normativa de compras para las garantías de cumplimiento de contrato.
Por todo lo anterior es que el certificado de fianza es una enorme ayuda para los proveedores menores que quieran hacer negocios u ofrecer sus servicios. ¿Lo mejor? Se puede obtener online, con el número de Rut de la empresa y el código de la licitación. ¿Dónde? Pues en Garantía Mercado Público. Simple ¿no?