Contar con conocimiento sobre las sociedades empresariales vigentes en Chile te proporcionará una visión más clara para tomar decisiones sobre la forma en que deseas establecer tu empresa.
Asimismo, comprender los pasos necesarios para constituir una sociedad te brindará las pautas a seguir para llevar a cabo este proceso sin dificultades. En este artículo, abordaremos ambos temas, junto con otros relevantes, proporcionándote la información necesaria para alcanzar tu objetivo de establecer una sociedad empresarial y comenzar tu propio negocio.
¿Qué son las sociedades empresariales?
Vamos a comenzar con lo fundamental. Una sociedad empresarial se define como un acuerdo entre varias personas (socios) que comparten un objetivo común. Una vez que este acuerdo se formaliza, se crea una entidad legal con derechos y responsabilidades, capaz de actuar tanto en el ámbito judicial como extrajudicial mediante representación legal.
Cuáles son los tipos de sociedades empresariales que existen
En Chile, se encuentran disponibles diversos tipos de sociedades empresariales, cada una con características y requisitos legales distintos. A continuación, se mencionan las más comunes:
1. Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada (EIRL): Este tipo de sociedad está diseñada para empresarios que desean iniciar un negocio y tomar decisiones de manera individual, sin socios.
2. Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL): En esta modalidad, los accionistas asumen responsabilidad personal hasta el límite de sus aportes para cubrir las deudas de la sociedad. Es el tipo de sociedad más utilizado en empresas pequeñas y medianas.
3. Sociedad por Acciones (SpA): En este caso, una sola persona puede comenzar una empresa, pero más adelante deberá incorporar socios.
Además de las sociedades empresariales mencionadas anteriormente, existen otras menos comunes, pero también vigentes en Chile. Estas son:
4. Sociedad Anónima (SA): En esta forma de sociedad, los accionistas no asumen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad, limitándose su responsabilidad al capital que han aportado. Es el tipo de sociedad más utilizado en empresas grandes y cotizadas en bolsa. Las sociedades anónimas pueden ser abiertas o cerradas. En el primer caso, las acciones se ofrecen al público, mientras que en el segundo caso no se permite la oferta pública. Sin embargo, si una sociedad anónima cerrada se somete voluntariamente a la supervisión de la Superintendencia de Valores y Seguros, puede ofrecer acciones públicamente.
5. Sociedad en Comandita Simple (SCS): En esta modalidad de sociedad, existen dos tipos de accionistas: los socios comanditados, quienes asumen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad, y los socios comanditarios, quienes no tienen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad.
6. Sociedad en Comandita por Acciones (SCA): En esta forma de sociedad, también existen dos tipos de accionistas: los accionistas ordinarios, que asumen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad, y los accionistas comanditados, que no tienen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad.
7. Sociedad Colectiva: En este tipo de sociedad, todos los accionistas asumen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad.
¿Cómo elegir el mejor tipo de sociedad?
Seleccionar la mejor forma de sociedad para establecer una empresa depende de diversos factores. Estos incluyen el tipo de negocio, la actividad económica, el número de socios, el capital social, los riesgos asociados y otros aspectos relevantes.
Es importante tener en cuenta que no todas las sociedades son adecuadas para todos los tipos de negocio, por lo que es necesario evaluar cuidadosamente qué tipo de sociedad se ajusta mejor a los intereses y necesidades de los socios.
Cómo construir una sociedad empresarial
Formar una sociedad empresarial en Chile implica cumplir con varios pasos y requisitos legales. A continuación se describen los principales pasos a seguir:
1. Elige el tipo de sociedad: Selecciona el tipo de sociedad que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos empresariales, considerando aspectos como el tipo de empresa, la actividad económica, el número de socios, el capital social y los riesgos asociados.
2. Elige un nombre: Escoge un nombre único para tu empresa, evitando cualquier similitud con nombres de sociedades existentes. Verifica la disponibilidad del nombre a través del registro de marcas y patentes.
3. Reúne el capital social: Asegúrate de contar con el capital social requerido para la sociedad. El monto varía según el tipo de sociedad y debe estar registrado en la escritura de constitución.
4. Constituye tu empresa: Redacta la escritura de constitución que regirá el funcionamiento interno de la sociedad. Incluye información esencial como el nombre, domicilio, objeto social, capital social, número de accionistas, entre otros. Para este paso, se recomienda buscar el asesoramiento de un abogado especializado.
5. Inscríbete en el Registro de Comercio: Una vez obtenido el extracto de la escritura de constitución de la sociedad, procede a inscribir tu empresa en el Registro de Comercio del Conservador de Bienes Raíces correspondiente a tu domicilio comercial, ya sea de forma presencial o a través del sitio web.
6. Publica tu empresa en el Diario Oficial: Realiza la publicación de tu empresa en el Diario Oficial de la República, siguiendo las instrucciones y requisitos proporcionados en la sección "Sociedades" del sitio web del Diario Oficial. En algunos casos, las empresas con un capital inferior a 5000 UF pueden estar exentas de este trámite.
7. Inscribe tu empresa en el SII e inicia actividades: Después de la publicación en el Diario Oficial, inscribe tu empresa en el Servicio de Impuestos Internos (SII) para obtener el RUT (Rol Único Tributario). Esto se realiza a través del sitio web del SII, accediendo a los Servicios Online y siguiendo el proceso de registro correspondiente.
8. Obtén los permisos municipales y patentes comerciales: Según la actividad económica de tu empresa, obtén los permisos y patentes requeridos para operar legalmente. Esto varía según la municipalidad y las regulaciones específicas de cada rubro.
Recuerda que, en cada etapa del proceso, es recomendable contar con el asesoramiento de profesionales especializados para garantizar el cumplimiento de las normativas legales y obtener una base sólida para el éxito de tu sociedad empresarial.